¿Por qué necesitamos repensar el turismo?
Cada 27 de septiembre celebramos el Día Mundial del Turismo. Este año la OMT nos invita a “Repensar el turismo”, a reflexionar acerca de la dirección hacia la que va nuestro sector, qué hemos aprendido en los últimos años, hacia dónde queremos ir y sobre todo, cómo llegaremos allí sin dejar a nadie atrás. Pero ¿por qué necesitamos repensar el turismo?
Te lo cuento a continuación.
¿Cómo llegamos hasta aquí?
Creo que para entender por qué necesitamos un cambio en el turismo, es interesante mirar hacia atrás y preguntarnos ¿cómo llegamos hasta aquí?
La necesidad del ser humano por desplazarse ha existido desde siempre, pero no es hasta la aparición del ferrocarril y luego del automóvil y el avión, sumado a otros factores culturales y económicos que permitieron más libertad para viajar, que el turismo toma fuerzas para consolidarse como una «industria».
Concretamente, el incremento exponencial del turismo se dió posterior a la Segunda Guerra Mundial y de acuerdo con varios estudios, entre los años 1950 y 1970, los turistas internacionales doblaban en número cada siete años.
Aquí se empieza a hablar ya de “turismo de masas”. En esta época, el turismo crecía sin control, no existía gestión, ni planificación quizás porque no se tenía el conocimiento, o no se veía necesario, aunque esto no duraría mucho tiempo.
Las consecuencias negativas del turismo
Del turismo de masas se han derivado varios de los impactos negativos de nuestro sector, dentro de los cuales tenemos:
La saturación de espacios
Ocurre cuando un gran número de personas se concentra en un mismo espacio, principalmente en los puntos más turísticos de un destino.
En un principio se creía que la pandemia de la COVID-19 aliviaría esto, sin embargo, a medida que se van eliminado las restricciones en la mayoría de países, vemos que esto no parece haber cambiado.

¿Qué destinos sufren de la saturación de turistas? A nivel mundial, varios, siendo los más populares Venecia, Barcelona, Roma o París.
La estacionalidad y precariedad en condiciones laborales
Es verdad que el turismo genera fuentes de empleo, pero muchas veces estos son inestables, cansados por las largas jornadas y tristemente mal remunerados.
En destinos que tienen una estacionalidad más marcada, se ha evidenciado que los empleos se ofertan únicamente por temporadas.
Esto, sumado a las malas condiciones laborales, es lo que ha causado que cada vez más personas busquen alternativas de trabajo en otras industrias, especialmente luego del parón del turismo tras la COVID-19.
Alza de precios de alquileres
Aquí contribuyen varios factores. Primero que, cuando un destino se pone “de moda”, más personas quieren vivir allí. Por otro lado, hay más demanda de turistas por visitar el destino.
Esta demanda genera oportunidades y con la aparición de plataformas como Airbnb, una persona puede ofrecer su hogar a viajeros que buscan alojamientos alternativos.
Si bien esta es una opción llamativa, el hecho de que muchos se dieron cuenta de que alquilar a un turista por temporadas salía más rentable que un alquiler de vivienda mensual a un lugareño, ha provocado varios inconvenientes, entre ellos, el alza de precios para acceder a viviendas.
Este incremento de precios hace que quienes residían antes en, por ejemplo, un área turística, ya no se puedan permitir pagar el alquiler de su departamento y decidan mudarse a otras zonas de la ciudad, o a otras localidades aledañas.
Cabe recalcar que, tras ver las consecuencias de un alquiler de viviendas turísticas no regulado, varios destinos han decidido aplicar normativas que controlen el crecimiento de esta modalidad alojativa.
Consumo excesivo de recursos y mayor contaminación
Creo que esto está cambiando, ya que cada vez hay más viajeros conscientes del impacto negativo de sus acciones. Sin embargo, todavía existen derroches en el consumo de recursos por parte de los turistas.
Ejemplos de ello pueden ser el consumo excesivo de agua, electricidad, o el desperdicio de alimentos. Recursos que muchas veces hacen falta a la comunidad local.
Por otro lado, está la contaminación, que no solo se trata de botar basura en espacios urbanos y rurales, sino también de la contaminación visual y de ruido.
Esta última, principalmente, se vive en destinos donde el turista va “de fiesta”.
Mercantilización de la cultura
Hay una marcada fijación en buscar lo “auténtico” de cada lugar. Si bien este deseo es natural precisamente porque viajamos para descubrir, existen ciertas contradicciones con esto, empezando por la pregunta de ¿qué es auténtico?
En varios destinos, para brindar una mejor experiencia al turista, se ofrecen espectáculos u otras interacciones los lugareños.
Este es un bonito intercambio, no obstante, se puede tornar turbio cuando los grupos étnicos, por ejemplo, son obligados a exhibir prendas y/o accesorios o a realizar bailes u otras acciones que no son típicas de su cultura, pero que se utilizan para dar al turista la impresión de ser más “autóctonos”.
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Aquí incurrimos en un grave problema porque primero, estamos teatralizando la “autenticidad”, y segundo, estamos convirtiendo a las personas en atracciones humanas sin valorizar su identidad y su cultura.
La destrucción de ecosistemas
Tristemente, es frecuente escuchar que para construir resorts u otro tipo de atracciones turísticas, se expulse a pueblos y destruyan ecosistemas.
Creo que no necesito explicar por qué esto es un grave problema.
El abuso animal
Este es un impacto negativo que me duele, no solo por el hecho del maltrato animal, sino porque me pregunto cuántas veces lo apoyé sin saber lo que había detrás.
Los espectáculos con animales, los circos, los paseos en carrozas tiradas por caballos y hasta me atrevo a decir que los zoológicos, son solo algunas muestras de cómo abusamos de los animales para nuestro entretenimiento.
Lamentablemente, para forzar a los animales a hacer cosas fuera de su comportamiento natural, (muchas veces) los tienen que sedar, golpear o tener captivos.
Estas y otras terribles acciones se realizan en varios lugares en los que el ser humano busca sacar provecho de los animales.

Y bueno, existen muchas otras consecuencias negativas, pero lo dejo aquí (cuéntame en comentarios si conoces algún otro caso).
Con todo esto, creo que está claro por qué necesitamos repensar el turismo. El cambio en el modelo turístico de varios destinos es inminente.
¿Qué necesitamos repensar en el turismo?
Mi objetivo al exponer los impactos negativos del turismo en la sección anterior no fue desprestigiar a nuestro sector, de hecho, soy fiel creyente de que podemos lograr un mundo más bonito a través del turismo, sin embargo, para lograr esto hay cosas que repensar.
Una de ellas es la importancia de la planificación turística, orientada a buscar el bienestar de las personas. el medioambiente y la economía local.
Por otra parte, la gestión efectiva para saber llevar, controlar y redireccionar estos planes cuando sea necesario.

Es importante que haya un enfoque holístico, que integre los intereses de todos los agentes involucrados (stakeholders), con principal énfasis en generar impactos positivos para la comunidad local y el medio ambiente.
También, es necesario entender que el turismo es mucho más que una mera actividad económica.
El turismo es una oportunidad de intercambio cultural, de concientización que nos invita descubrir nuevos horizontes y a entender sus realidades.
Además, nos puede ayudar a fortalecer nuestra identidad y es una alternativa económica para complementar las actividades cotidianas del territorio.
Por ello, considero que los destinos deberían dejar de considerar como medida de éxito solamente el número de viajeros que reciben, o la cantidad de dinero que dejan, sino que pensar en cuán satisfactoria fue su experiencia, qué aprendizajes se llevan, ¿cómo se sienten las personas que residen en ese lugar? ¿están realmente siendo beneficiados? etc.
De la misma manera, potenciar proyectos cuyos propósitos engloben el beneficio de las personas, el planeta y la economía local.
Ejemplos de estos pueden ser empresas sociales que integren a grupos comúnmente marginalizados o que fomenten actividades que ayuden al medio ambiente.
Responsabilidad compartida
¿Quién o quiénes deben repensar el turismo?
Para el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili «el potencial del turismo es enorme, y tenemos una responsabilidad compartida de asegurar que se despliegue totalmente”.
Por ello, indicó, la OMT insta a todos, desde los trabajadores del sector turístico, las pequeñas y grandes empresas, los Gobiernos y hasta los propios turistas, a reflexionar y a repensar lo que hacemos y cómo lo hacemos.
Lo cierto es que, directa o indirectamente, todos somos parte del sistema turístico (con diferentes grados de implicación, por supuesto).
Aquí te cuento un poco acerca de los actores principales:
Los Gobiernos
Se encargan de la elaboración de políticas, de la planificación (turística), de la gestión, la promoción y de proveer los servicios necesarios para poder recibir a visitantes (y mejorar la calidad de vida de los residentes).
Las empresas turísticas
Quienes se encargan de generar negocios, de crear productos turísticos innovadores que se ajusten a la demanda (y que deberían poner en valor los recursos locales, cuidar la cultura, el medioambiente y de generar beneficios económicos para todos).
Los viajeros
A quienes se dirigen las acciones de promoción y quienes tienen la responsabilidad de tomar decisiones en cada etapa de su viaje que contribuyan a la conservación de la cultura local, la naturaleza y que generen ingresos para la comunidad local.
En este post, hablo sobre qué podemos hacer para ser más responsables cuando viajamos.
Los residentes
Son los anfitriones… quienes con su hospitalidad pueden crear recuerdos inolvidables en la mente de los visitantes.
También, quienes tienen la responsabilidad de contribuir al cuidado de su pueblo/cuidad/país.
Entonces, como verás cada uno de nosotros tiene algo de implicación, y por tanto, una gran responsabilidad.
Comentarios finales
De cada una de nuestras acciones, depende el presente y el futuro del planeta y por supuesto, del turismo.
Aprovechemos la temática propuesta por la OMT, no solo para celebrar al turismo, sino para reflexionar de manera profunda en las mejores vías para construir un modelo turístico que nos beneficie a todos.

Como siempre, ya sabes que puedes compartir este post si conoces a alguien a quién le pueda interesar y, si no lo has hecho todavía, te invito a suscribirte al blog.
Nos vemos en una siguiente entrada y que tengas un excelente día.
Un abrazo y nos leemos pronto.
Selene
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Fuentes consultadas
Acerca de la autora...

Turismóloga, especialista en turismo sostenible, amante de viajar y de compartir experiencias y aprendizajes.
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